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| Captura: ElEspectador.com |
Y es precisamente la sede de Colombia, ubicada en la ciudad de Bogotá, la que en las últimas dos semanas (con más énfasis en esta) ha estado en boca de la industria, de los medios y de las redes sociales. Pero esta vez no se debe a ningún premio internacional o alguna nueva cuenta, sino a la denuncia de acoso sexual presentada por Oriana Castro, una ex trabajadora que, luego de dos años de haber dejado de laborar allí, decidió dar conocer su historia.
